Neuroarquitectura, te contamos todo lo que necesitas saber
Construcción¿Te ha pasado de sentirte sin motivación o con pocas energías para realizar alguna tarea en tu lugar de trabajo o en tu propia casa? Si así los has sentido, muchas veces, se lo habrás atribuido al cansancio, o a que no te gusta lo que tendrías que hacer, pero ¿te has puesto a pensar cuánto tiene que ver el entorno en esa falta de energías? Ese es el campo de acción de la neuroarquitectura, y te contamos todo lo que tienes que saber a continuación.
La pandemia, dentro de todo lo negativo, también ha sido útil como punto de inflexión en la búsqueda de mejor calidad de vida de las personas. Con los tiempos de cuarentena obligatoria y la masividad del home office, la arquitectura y el diseño, se han visto obligadas a dar pasos agigantados en sus procesos de desarrollo y mejoras. Tanto así, que el término neuroarquitectura comenzó a ser utilizada, y aplicado, con mucha más frecuencia que antes.
¿Qué es la Neuroarquitectura?
El reconocido arquitecto chileno, ganador del Premio Prizker de Arquitectura en 2016, dijo una frase que sienta las bases de esta nueva rama de la arquitectura “la casa tiene más de psicología que de arquitectura”. A partir de allí, es que los expertos comienzan a hablar de aspectos como el bienestar o la creación consciente de estados emocionales mediante recursos como la optimización de la luz natural, la integración del espacio en el entorno o el empleo de materiales naturales.
Pero, ¿qué es la neuroarquitectura? Se la define como la rama de la arquitectura que, junto a científicos, se propone entender cómo el entorno modifica nuestras emociones, pensamientos o conductas. La aplicación de la neurociencia, entonces, se enfoca en lograr una mejora en la experiencia de los usuarios, y que esta sea placentera y relajada. Si bien, hace algunos siglos atrás, los arquitectos ya buscaban mejorar la calidad de vida dentro de las construcciones, su constitución como ciencia es más reciente.
El principal objetivo de la neuroarquitectura, es hacer espacios que conectan más con las personas, para que puedan estar más cómodas, con más energías y se sientan parte del entorno que las rodea. Busca la mejora del bienestar de las personas, en sus viviendas, espacios de trabajo, de ocio. Para lograr esto, esa nueva rama, se apoya en 5 factores determinantes. Te los contamos debajo.
Los 5 elementos de la Neuroarquitectura
- La iluminación: siempre que sea natural, entonces será mejor. Existe una gran diferencia entre ambas: la luz natural ayuda a la concentración de las personas y genera un ambiente más ameno, mientras que la luz artificial hace que cerebro tienda a esforzarse más en la tarea a realizar y eso incide negativamente en la productividad.
- Zonas verdes: La sensación de encierro es realmente contraproducente para todas las personas, además de disminuir la producción, suele bajar el ánimo. El contacto con las zonas verdes ayuda a sentirse más cómodo, contrarresta la sensación de encierro, aumenta la concentración y favorece la calma.
- Los techos: la altura de los techos, según varios estudios, es un gran influyente en las emociones de las personas. En lo que respecta a lo laboral, los techos altos, suelen favorecer a los trabajos que requieren una mayor creatividad.
- Los colores: es sabido, a ciencia cierta, que los colores son totalmente influyentes en el estado de ánimo de las personas. Los tonos cercanos a la naturaleza (verdes, azules, amarillos) son útiles para reducir el estrés y aumentar la sensación de confort.
Elementos arquitectónicos: las formas y terminaciones, son los últimos factores de nuestra lista. Los espacios rectangulares son entendidos como edificios menos agobiantes que los cuadrados, y las terminaciones curvas o contornos suaves brindan sensación de seguridad y comodidad.